¿Consideras que ha aumentado nuestra concienciación sobre el medioambiente? ¿Dirías que la tendencia hacia el desarrollo de productos de plástico biodegradable responde a una preocupación por parte de los consumidores?
No es ningún secreto que la contaminación por el uso de plásticos se ha convertido en un gran problema ambiental y, ahora más que nunca, debe ser nuestra prioridad reducir los desechos de plástico, pero ¿cómo?
Reciclaje de productos de plástico durante el estado de alarma
Aunque es una muy buena noticia saber que cada vez más personas reciclan los envases y depositan el plástico de las botellas de un solo uso en el contenedor amarillo (un 15% más durante el estado de alarma, según datos de Ecoembes), este no es un material 100% respetuoso con el entorno.
La sostenibilidad de un material se mide teniendo en cuenta una serie de factores como, por ejemplo, las prácticas de producción, su vida útil, el tratamiento que se le da después de su vida útil…
El plástico es uno de los materiales que más se han utilizado para la fabricación de todo tipo de productos: desde todo tipo de envases y embalajes hasta piezas de motor. El problema del plástico convencional es que solo se degrada por la acción de los rayos ultravioletas. Además, con el paso del tiempo, se descompone en pequeñas partículas, los microplásticos, que no experimentan cambios en su composición.
Muchos de ellos acaban en nuestros mares y océanos y se calcula que son alrededor de 6,4 millones de toneladas. Según un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), publicado el pasado martes, 229 mil toneladas de plástico al año van a parar al Mar Mediterráneo.
El reto de los plásticos biodegradables
La innovación tecnológica ha permitido desarrollar plásticos que se degradan más rápido que los plásticos convencionales o que necesitan menos combustibles fósiles para su fabricación, pero conviene dar un paso más allá y aplicar también aquí los principios de la economía circular.
En una economía circular no se generan residuos, es decir, todos los materiales que se utilizan en la cadena productiva sirven para nutrir nuevos ciclos de producción.
¿Es posible diseñar y usar plásticos más respetuosos con el medioambiente, además de asegurarnos de que puedan ser reciclados a una escala mayor?
Se estima que solo un 1% de los plásticos y productos plásticos en el mercado global se consideran de compostaje o biodegradables. Estos plásticos, a diferencia del resto de plásticos, no dejan residuos y en determinadas condiciones de temperatura y humedad son consumidos por microorganismos, entrando en un proceso de oxidación que facilita su conversión en agua, dióxido de carbono y biomasa.
¿Conseguiremos que para 2030 todos los envases de plástico puedan ser reutilizados y reciclados de manera sostenible?
Ser parte de la solución
Desde Capsa Food sabemos que sin desarrollo sostenible no hay futuro, lo que ha hecho que nos replanteamos hacemos las cosas, así como aceptar nuestra responsabilidad en este proceso.
Queremos ser parte de la solución y con este propósito, nos hemos planteado un nuevo reto a través de nuestra iniciativa Capsa Vida: buscamos invertir en nuevas tecnologías que favorezcan la obtención de plásticos biodegradables a partir de residuos agroalimentarios.
Ofrecemos: test de pruebas en un entorno controlado, pruebas en situaciones reales, conocimiento sobre metodologías y formas de trabajar del ganadero, transformación de alimentos, bolsa económica para prueba de concepto, explotación conjunta de los resultados y acuerdos de inversión por tramos.
Si crees que tu proyecto/idea puede encajar y ayudarnos con este gran desafío, no dudes en contactar con nosotros.